A propósito de la cuarentena, muchas actividades comenzaron a realizarse de manera remota. Trabajos, clases y hasta las reuniones con amigas ahora se hacen de manera virtual. Por eso, Ki -que también es profesora de japonés- comenzó a dictar sus clases de manera virtual.
Después de casi dos meses de esta
nueva experiencia, queremos compartir con ustedes algunos consejos para hacer
más llevadera la preparación y el dictado de nuestras clases virtuales.
Usa papel y lápiz
Aunque suene contradictorio, la tecnología
puede fallar. Nos ha pasado que hemos eliminado documentos importantes sin
tener una copia en la nube. Gracias a eso sabemos que no está de más anotar
fechas importantes, temas principales y avances en un cuaderno que tengamos
preparado para planificar nuestras clases. Si necesitabas una excusa para usar
esa agenda abandonada, aquí tienes una.
Haz pruebas antes de la clase
Es algo que hacemos con mucha
frecuencia. Pídele a algún amigo o familiar que observe tus herramientas de
trabajo. Incluso te servirá para probar la plataforma virtual y conocer sus
funciones. Podrás comprobar si se escucha ese video que colocaste en tu
diapositiva o si funciona el enlace que colgaste y así no perderás tiempo en
plena clase tratando de solucionar los inconvenientes.
Avisa antes de iniciar la sesión
No todos contamos con un espacio exclusivo para dictar nuestras clases. Si tu lugar de trabajo es alguna de las zonas comunes de tu casa, avisa que estarás ahí dictando y de qué hora a qué hora será. Con ello evitarás la bulla que pueda interrumpir tus clases o que pase gente que pueda distraer a tus alumnos.
No todos contamos con un espacio exclusivo para dictar nuestras clases. Si tu lugar de trabajo es alguna de las zonas comunes de tu casa, avisa que estarás ahí dictando y de qué hora a qué hora será. Con ello evitarás la bulla que pueda interrumpir tus clases o que pase gente que pueda distraer a tus alumnos.
Usa herramientas digitales de manera prudente
Con tantas novedades que encontramos
en las redes es normal que no nos decidamos por una plataforma. Aplicaciones,
programas y evaluaciones en línea pueden facilitar nuestra labor. Sin embargo,
no todo es adecuado para la materia que enseñemos. Todo será cuestión de ensayo
y error. Conversa con colegas que ya hayan usado la herramienta y busca
diferentes opciones para escoger las herramientas que más te convengan.
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