1. Ordena tu espacio de trabajo
Todo entra por la ojos, así que un
espacio desordenado desanima a cualquiera. Mantén un lugar para cada cosa en tu oficina. Mejor si dejas siempre el escritorio despejado para regresar a trabajar a él al día siguiente. Si no cuentas con una habitación especial y tu propio dormitorio te sirve como espacio de trabajo,
comienza por tender la cama. Les aseguramos que si dan este primer paso pronto querrán
poner todo en su lugar. Una cama tendida con cariño no combina con un
escritorio lleno de papeles ni una silla llena de ropa.
2. Evita las distracciones
Si vas a ponerte a
trabajar a conciencia, te sugerimos apagar la televisión y poner música
instrumental de cualquier tipo (o nada de música si lo prefieres así). Y no olvides silenciar el celular o activar el modo avión. Además, intenta tener todas las cosas que vayas a necesitar a la mano para no tener que estar yendo a buscarlas luego.
3. Usa tus útiles de escritorio
favoritos
¿Son de los que guardan sus
lapiceros favoritos para ocasiones especiales o usa ese pósit solo para decorar
el bullet journal? ¡Olvídenlo! Ustedes no usan su camiseta favorita solo para
ocasiones especiales, ¿verdad? Hagan lo mismo con sus Pilot Pop´lol o sus nuevos
resaltadores pastel que tanto quieren. Úsenlos cuando quieran y disfrútenlo.
4. Acompaña tu trabajo con un
toque especial
Si su complemento favorito es
una taza de café recién pasado, tómense unos minutos para prepararlo. Si adoran el
aroma de esa vela que compraron el mes pasado, préndanla. Te aseguramos que
engreírte con algo, por más pequeño que sea, mejorará tus ánimos y te dará ganas de seguir trabajando.
¡Si ustedes también tienen sus propias estrategias, no duden en compartirlas en los comentarios!
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